lunes, 17 de febrero de 2014

Vivir creciendo

Voluntad de mirar…

Cuando aprendemos algo nuevo podemos perder de vista el vivirlo y solo guardarlo cómo algo preciado; cómo aquel libro que nos interesó en el estante y lo compramos; y así lleva un tiempo en nuestro librero esperando a ser leído.

Podemos encontrarnos con este mismo proceso con nuestra vida. ¿Cuántos "libros" tenemos aún pendientes de leer? ¿Cuántos momentos no observados sin aprender?

Sentir y experimentar lo nuevo es esencial para tomar conciencia en que podemos utilizar este nuevo conocimiento. Estamos tan apegados a lo que hemos comprendido anteriormente que nos impide ver lo nuevo.

Darle espacio a eso nuevo contribuye a experimentar nuestra vida desde la frescura de este momento y no del ya vivido en años anteriores.

La visión se amplia cuando dedicamos unos momentos de nuestro día a darnos cuenta que no se trata de un minuto más o un día de la semana más, se trata de este preciso momento que podemos aprender algo nuevo.

El valor de este momento de aprendizaje es valioso para el crecimiento de nuestra comprensión. 
Tenemos muchos momentos nuevos, ¿qué tanto los llenamos de aquellos ya vividos?

Tal vez nuestra mirada necesite volver a enfocar y así disfrutar de aquello que me molestaba ayer haberse comprendido hoy, gracias a la observación. Celebrando así un nuevo punto de vista que si llevamos con más perseverancia podemos contribuir a una sabiduría que como parte de nuestro crecimiento está envuelta de abrir nuestro criterio hacia lo que un principio fue molesto, ya es experiencia viva.

¿Cómo me doy cuenta si estoy refiriendo todos los días el mismo criterio?
Esta es nuestra labor de observarnos a través de nuestro diálogo interno, y lo que llegamos a expresar con los demás.
Repetimos frases, nos sentimos cómodos con ciertas rutinas, llevamos años pensando en que es bueno el café que tomamos…

Podemos darle una apertura a estos momentos donde vivimos todos los días y así abrirnos a experimentar nuevas formas de expresar nuestras ideas, nuevos caminos para llegar al mismo lugar, probar alguno nuevo y diferente; y así ampliar nuestras experiencias.

Atrevernos a ser creativos con nuestras mismas formas y enlaces de actuar. Puede parecer un poco simple, pero la referencia y asociación que genera este cambio, realiza también un apoyo en nuestro cerebro para darle la capacidad de mirar algo nuevo y no descartarlo porque ya se realizó de antemano una elección.

Sentirnos en un avance es vivir creciendo a través de una mañana nueva y no repetida, contribuir a un enriquecimiento conduce a una voluntad de saber reconocer este momento como único y no como el largo inicio de un día después de un descanso.

De tu lado esta la observación de tus hábitos y la creatividad; elementos fundamentales para iniciar una evolución real de tu vida.
Sentir, experimentar y comprender son los aliados también de este esquema de crecimiento.

Haz referencia de este día como un día nuevo, que incluye aprendizaje. ¡Abre bien los ojos y las orejas para recibir este avance!

Disfruta crecer viviendo...

Fannie G. López Frisbie