Percibir el cambio
Encontrar la paz interior no es cuestión de buscar, es cuestión de abrir los ojos ya que existe y ya está con nosotros.
Ojos nuevos, oídos nuevos nos darán los colores de la naturaleza que están día y noche, así también el sonido de los árboles, el mar, aves fluyendo con la época del año.
Encontrar la paz interior es cuestión de conectarte.
La mente distingue solo dos polos, nuestros sentidos distinguen la unión de estos polos, los dos juntos son el complemento perfecto. La mente complementa a los sentidos dándole una interpretación a lo que recibimos del exterior. Una mente nueva renovará los mensajes del exterior permitiendo un cambio en nuestra ansiedad y exponer el otro polo que no hemos observado. La paz.
Hemos percibido el caos, la confusión, el miedo, pero acaso hemos podido conectar la mente hacia un sentido de paz, hacia un sentido de luz.
Ese sentido de luz es el cambio verdadero, un cambio que al principio costará trabajo ya que llevamos un tiempo pensando desde un criterio que hemos alimentado constantemente desde una perspectiva muy particular; sin poder apreciar el otro lado de la moneda.
Dentro de nosotros esta el deseo de encontrar la paz, de sentir calma y tranquilidad pensando que será difícil poderla encontrar, pero en realidad ya esta con nosotros sin darnos cuenta ya que estamos enlazados con un esquema de no paz, un esquema de preocupaciones, un esquema de desconfianza y malestar constante.
Habrá temas que estén relacionados con esta queja constante más que otros, pero al final se repiten una y otra vez teniendo el mensaje en nuestro día cotidiano. El cambio verdadero será poder encontrar la otra parte que permanece sin ser vista, sin ser escuchada. Sintiendo la paz.
Nuevos ojos, nuevos oídos esta es la propuesta, se dará con herramientas sencillas que darán su grandeza gracias a la perseverancia y dedicación hacia un sentido nuevo y brillante.
El poder de la observación es una de estas herramientas sencillas que darán un criterio a la mente de pausa, de saber esperar, de comprender los dos polos antes de empezar a cuestionar o relacionar con lo ya conocido o aprendido.
Observar la respiración es la herramienta que complementa el mundo interior con el exterior; busquemos momentos en el día para detenernos y crear un espacio de observación. Darnos una pausa y sentir la respiración que sucede en este instante y nos da el mensaje de estar vivos.
Solo observar nos dará ese vínculo con lo que ya esta y así veras una mente con mensajes diferentes brillando desde nuestro cerebro conexiones nuevas que generarán decisiones diferentes ante circunstancias que parecerían similares.
Encontrar momentos en el día para observar la naturaleza nos dará la perspectiva de unión lo cuál despertará en nosotros la grandeza de la intención de un pensamiento hacia lo vivido en el día. Estar satisfecho con el día sería un gran regalo para empezar a valorar nuestra naturaleza tanto de la mente como de nuestros sentidos.
Encontrar paz es encontrarte unido, es conectarte, el cambio está en qué quieres conectarte, está ahí el caos y la confusión sí… ahí está…¿esta la paz? ¿la tranquilidad? ¿la calma? ¿la ecuanimidad? también están...puedes entonces tomar una decisión a partir de este momento.
Ver solo un lado o percibir los dos y tomar un criterio nuevo que dará como resultado un criterio integral y completo.
El estímulo esta presente tanto del caos como de la paz, busca en tu interior si existe más conexión con el primero o con el segundo y resolverás el misterio de tu ansiedad y poca capacidad de comprender la fluidez de la vida con quejas y frustraciones.
La voluntad de cambiar no es solo un esfuerzo es una nueva mirada a lo que parece no estar presente y lo está.
Con esa voluntad de mirar nuevamente consolida en un día el equilibrio de situaciones y percepciones de lo que generes tarde o temprano desde tu interior. Caos o Paz.
Un poco de caos no es malo, nos aviva; nos despierta. Un poco de paz no es malo, nos equilibra, nos alivia, nos concentra. Equilibrio es la clave.
Invita a los dos y observa como se complementan en esta conexión de forma perfecta.
Fannie G. López Frisbie
